martes, 21 de octubre de 2014

La toma de decisión!

Ya hemos hablado de la importancia que tiene el trabajar la percepción del futbolista, y los aspectos que influyen en ella. Sabemos que una parte dependerá del técnico, y otra gran parte, del jugador.
Pues bien, en la toma de decisión podríamos decir que casi toda la responsabilidad recae en el futbolista, aunque el técnico sigue siendo parte fundamental.
Si el jugador sabe qué es lo que debe hacer cuando recibe el balón, o, incluso, antes de recibirlo, es conocedor de que prácticamente siempre tendrá más de una opción, le será más fácil la toma de decisión, siempre y cuando a nivel psicológico esté preparado para ello, crea en su capacidad técnica  y crea en lo que el técnico le pide (suele estar siempre muy relacionado el uno con el otro).
Si el técnico prepara diferentes opciones para el jugador, este intentará satisfacer a su entrenador, pero si le piden cosas muy difíciles para él, siempre tirará a lo más fácil.
Imaginemos a un central, con muy buena capacidad defensiva, pero con balón muestra alguna dificultad a la hora de salir jugando. Si el técnico le pide que si puede generar superioridad numérica en el centro del campo mediante conducciones, lo haga, el jugador lo intentará, pero si además tiene la opción del pase a su lateral, o bien un balón en largo, probablemente opte siempre por esta última, a no ser que la acción sea muy clara. En esta acción que probablemente todos vemos muy clara, queda evidente lo comentado anteriormente. El jugador para llevar a cabo "su mejor" decisión dependerá del grado de dificultad que vea y de la confianza que tenga en si mismo. Y en esta confianza, es fundamental el papel del técnico. Si cada vez que falla en la ejecución el técnico le recrimina, el jugador irá perdiendo confianza en si mismo, y dejará de percibir las diferentes opciones, viendo únicamente aquella que a él le genera más seguridad. Y si reduce su capacidad perceptiva, reducirá su capacidad de decisión. Y, ojo, esto no es que sea algo negativo, ya que el jugador hará lo fácil, no se complicará en ninguna acción y así no compromete al equipo. Seguro que todos hemos escuchado la frase de "este jugador conoce sus limitaciones, hace lo que sabe". Y quizás aquí radica el mayor problema entre la relación técnico - jugador. Pedirle al jugador cosas que él considera que no sabe hacer, o prohibirle que haga determinadas acciones que el jugador considera que puede hacer.
Resumiendo, es fundamental que el técnico prepare determinadas acciones para cada uno de sus jugadores, que le plantee diferentes situaciones y diferentes soluciones, siempre teniendo en cuenta la capacidad técnica, mental y, sobretodo, la personalidad del jugador. Así mismo, deberá reforzar aquellas acciones en las que el jugador haya errado a nivel de ejecución, pero no a nivel de toma de decisión. Si el técnico está convencido de que su jugador puede llevar a cabo una determinada jugada, deberá reforzarle hasta que lo consiga. Por otro lado, el futbolista deberá confiar en el técnico, y creer en que aquellas acciones que el técnico le pide que haga, se las pide porque tiene la capacidad para hacerlo y porque es lo mejor para el equipo. Además de eso, deberá creer en sus posibilidades, deberá equilibrar siempre su autocontrol, su pensamiento. Sabiendo que puede errar, pero que eso no significa que falle en la siguiente.
Obvio que para que haya una buena toma de decisión partimos de la base de que el nivel de concentración por parte del jugador sea la máxima.
Y como lo practicamos? Pues como todas las demás acciones. En el entrenamiento. Proponiendo acciones en las que el jugador deba tomar la mejor decisión para el equipo y para él. Reforzando su acción si ha decidido bien, aunque haya ejecutado mal. Y corrigiendo si ha decidido mal, aunque haya ejecutado bien.
Un último ejemplo de este último comentario.
Si un jugador recibe un pase atrás desde la línea de fondo de la portería rival, y remata desde el punto de penalti, sin oposición, solo ante el portero, tenemos que valorar diferentes aspectos. Imaginemos que remata a la escuadra y marca un golazo, pero lo hace con el empeine frontal. Qué le diríamos? Si es un partido, nada, ya que la alegría nos invade, lógico por otro lado. Pero si es un entreno, tenemos que corregirlo. La superficie más segura de contacto, es el interior del pie. Esa superficie se utiliza para pases o remates en distancias reducidas, ya que no se consigue mucha potencia, pero si mucha precisión. Mientras que el empeine frontal es la superficie que menos precisión da, pero más potencia consigue. Se utiliza para distancias largas. Si el jugador remata con el interior del pie, porque percibe que está cerca de la portería, y que necesita precisión para alejarla del portero y meterla entre los tres palos, y se decide por darle con el interior, pero la tira fuera, no deberíamos "castigar" al jugador, si no hacerle mejorar el golpeo con esa superficie. NO LO SOLEMOS HACER. Por contra, si el jugador no percibe la distancia, ni la importancia de la precisión, y simplemente espera a romper ese balón, vaya donde vaya, y resulta que ejecuta tan bien que va a la escuadra, si no le decimos nada, es muy probable que ese jugador repita en próximas oportunidades. Sí, seguro que muchos estáis pensando en que mientras sea gol, todo vale...y teneis razón, pero debemos tratar siempre que conseguir la mejora del futbolista.



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