domingo, 28 de septiembre de 2014

Papá, no eres mi entrenador, pero...

Creo que todos coincidiremos en que uno de los temas de los que más se habla en el fútbol base, es la del papel del padre o la madre. Los expertos coinciden en que los padres deben intentar mantener una conducta determinada, como valorar el esfuerzo más que el resultado, el respetar a los compañeros, no criticar al entrenador...en definitiva, ser un ejemplo a seguir para el hijo. 
Esta función de los padres es básica. Pero no solamente durante la estancia en el campo. El "trabajo" comienza en casa. Pongamos un ejemplo, a la hora de hacer la bolsa del partido, deberíamos dejar que fuera el niño el que la hiciera, observando para guiarlo, para que no se deje nada, pero, dejando claro que es responsabilidad suya el llevar todo lo necesario, al igual que cuando acaba el partido. Será casualidad que los niños a los que los padres le preparan la bolsa del partido, cuando regresan a casa siempre les falta alguna prenda? Siempre se dejan algo en el vestuario. Personalmente considero que no es casualidad si no clara consecuencia de la poca importancia que le puede dar el niño a su material. 
Otro de los aspectos muy importantes en casa es la alimentación. Lo más fácil es darle algo rápido para comer, y a poco tiempo de comenzar el entreno o el partido. Pensándolo bien, es eso lo más adecuado? Sé que es dificil, por la falta de tiempo, pero, con ello estamos contribuyendo a que los pequeños no sean conscientes desde buen inicio que la alimentación es fundamental, ya no solo para la práctica del fútbol, si no para la vida en general. 
Y en el trayecto de casa al campo, qué le decimos a nuestros hijos? Lo que esperamos de su juego? Que solo vale ganar? Critica al técnico? No hablamos del partido? Sin duda que es muy importante que meditemos sobre ello. Transmitir un mensaje de tranquilidad, en el que debemos hacerle ver que lo más importante es siempre el equipo, que hay respetar al técnico, al árbitro y a los rivales. Que no podemos fallar a los compañeros ni al entrenador y que por ello tienen que hacer todo lo que le piden y tener una actitud inmejorable. Y, sobretodo, que se divierta. 
Con todo lo comentado, queda claro que los padres no tendrán el papel del técnico, si no que tendrán un papel mucho más importante. Todos esos valores y educación que podemos transmitir a nuestros hijos antes y después de un partido, serán fundamentales para la formación integral del niño. 

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